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Las reflexiones durante el procesado de metales pueden dañar la fuente láser
El desarrollo de nuevos láseres y la evolución hacia mayores potencias han permitido aumentar el abanico de materiales que pueden ser cortados, soldados o tratados superficialmente con estas técnicas. Esto incluye materiales altamente reflectantes como el aluminio, el oro o el cobre, que en algunos casos pueden llegar a reflejar hasta un 92% de la luz visible o el 98% de la luz IR que se hace incidir sobre ellos. Además de suponer una dificultad para su procesado, existe el riesgo de que esas reflexiones dañen el propio láser.
En muchas máquinas láser, el haz está alineado de forma perpendicular con la superficie a tratar para mejorar la calidad del procesado. En el caso de materiales reflectantes, esa superficie actúa como un espejo devolviendo una gran cantidad de luz hacia el propio láser. Esa energía entrando en la fibra o en cavidad del láser podría dañar de forma irreversible alguno de los componentes del equipo.
Algunos fabricantes se ha optado por ajustar el ángulo del cabezal para evitar este problema, pero esta solución supone perder la calidad y forma del haz. En esos casos, se tiene que trabajar con un haz con cierta forma elíptica (en vez de circular), que puede afectar al resultado final y que limita las posibilidades del equipo. La adición de algún componente externo que reduzca la reflexión del material es otra solución que se ha empleado con algunos materiales, pero puede introducir impurezas en el proceso y provocar imperfecciones en el resultado.
Nuestro socio JK Lasers, fabricante de láseres de fibra de alta potencia, ha desarrollado un sistema propio que dirige la luz reflejada que pueda entrar en la fibra hacia un elemento absorbente. Este elemento funciona también como un sensor de la energía que vuelve del material a tratar, y que se puede utilizar para monitorizar y/o detectar problemas en el proceso. Esta solución aplicada en los láseres de JK Lasers les ha permitido realizar cortes a gran velocidad de grandes espesores de aluminio, así como tratamientos muy finos en placas de oro o plata.
