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Efectos de las diferentes longitudes de onda de un láser sobre el ojo

Cuando analizamos la profundidad de penetración de las diferentes longitudes de onda láser, se ve claramente que el ojo humano es transparente únicamente en el rango que va desde los 370 a los 1400nm. La luz ultravioleta por debajo de los 350 nm penetra sólo hasta el cristalino. Por debajo de los 300 nm, podemos decir que la radiación es absorbida en la superficie externa del ojo. Por lo tanto, la exposición a una energía suficiente en este rango de longitudes de onda puede provocar daños en córnea por ablación o generar una opacidad del cristalino (lo que comúnmente se conoce como cataratas).

Efectos de las diferentes logitudes de onda de un láser sobre el ojo

La luz en la región visible del espectro (380–780nm) penetra hasta la retina. Como el ojo es sensible a este tipo de radiación, el ser humano a desarrollado mecanismos naturales de protección. Cuando la luz en esta zona es demasiado brillante, lo que equivale a que la densidad de potencia de la radiación está cerca o excede el umbral de daño del ojo, automáticamente cerramos los ojos y tendemos a apartarnos de la fuente de esa radiación (respuesta de aversión o reflejo de parpadeo). Esta reacción automática es efectiva para radiaciones láser con potencias de hasta 1 mW. Cuando se trabaja con niveles más altos, la cantidad de energía que alcanza la zona interna del ojo antes de que podamos reaccionar con el parpadeo es muy alta. Como consecuencia, este tipo de radiación láser puede causar daños irreversibles en la retina (con la consecuente pérdida de visión).
 
Las longitudes de onda en el infrarrojo cercano (780–1400 nm), son especialmente peligrosas para el ojo humano ya que no hay un mecanismo natural de protección frente a ellas. En estos casos, la radiación penetra hasta la retina, pero sólo nos damos cuenta de la exposición a un valor demasiado alto de energía cuando el ojo ha sufrido el daño.
 
La radiación emitida por láseres en el infrarrojo medio y lejano(1400-11000 nm) es absorbida en la superficie del ojo. Puede provocar quemaduras o sobrecalentamiento de los tejidos externos del ojo, e incluso la ablación de la córnea.

En Álava Ingenieros recomendamos firmemente la utilización de elementos de protección ocular a los usuarios de equipos láser, con el fin de evitar los daños por exposición accidental a la radiación. Los riesgos de este tipo de radiación se deben no sólo a los posibles impactos directos del haz del láser, sino también a los reflejos producidos en las diferentes superficies presentes en la zona de trabajo.

Autor:

Dr. Antonio Castelo
Jefe de Producto - Área Fotónica & Imagen

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